17 PIEDAD (Daya)

La Piedad es un atributo divino, de tal poder, que mueve al jugador que la tiene directamente del segundo chakra al octavo nivel y al plano del Absoluto. La misericordia es un rendirse a la compasión de tal potencia que el ego es barrido a un lado en un lanzarse a un sentimiento tan intenso que los ojos se llenan de lágrimas de alegría y el corazón late: exhaltación y amor cósmico. por un momento el jugador es uno con lo Divino.
La Piedad es la cara más positiva de la habilidad del segundo chakra para imaginar posibilidades. El estado de misericordia es creado cuando la compasión se extiende hacia alguien injuriado, con quien el jugador se autoidentifica. En vez de golpear de vuelta, exigiendo un ojo por ojo, el jugador pone la otra mejilla.
La habilidad para imaginar da a la interioridad del jugador la posibilidad de conocer las motivaciones de los otros. El jugador ve que fue él mismo quien permitió la herida, que el otro no fue responsable. Sabe que ambos, él y el otro, son jugadores de un juego cósmico mucho más allá de su actual nivel de compresión. Ve que también él pudo causar una injuria al otro.
El jugador reconoce que hay niveles más altos de vibración, que sólo uno que ha alcanzado su interioridad, vibrando en dichos planos, puede juzgar al otro. Y extiende esta esencia de la compasión al otro jugador en forma de perdón.
Esta verdadera realización libera a la conciencia de su propia identificacion y el jugador se eleva al plano del Absoluto.
En sánscrito hay un dicho: Daya, piedad, es la piedra fundamental del Dharma, Rectitud. Sin Piedad la verdadera naturaleza religiosa no es posible. La Piedad, la benevolencia, la indulgencia, la moderación, al mismo tiempo que enriquecen lo bueno en el hombre o mujer, los ayudan a refinar sus emociones, en la formación de su carácter y en su desarrollo ético. La barrera de la personalidad es arrojada lejos y la mente llega a ser reflexión de lo Divino. La Piedad es una rendición...
Sin embargo, un acto de piedad no puede eliminar todos los Karmas del pasado, de modo que el jugador debe rodar hasta que la serpiente Tamoguna lo muerda. Entonces será tragado y traído de vuelta a la Tierra para completar su misión.

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