51 LA TIERRA (Prithvi)

La Tierra es el gran Principio materno, el escenario sobre el cual la conciencia desempeña su papel eterno, Lilah. Aquí el jugador comprende que la Tierra no es sólo un planeta, sino la Madre Tierra y descubre nuevas formas y armonías, nuevas maneras de jugar que antes estaban completamente oscurecidas por la niebla creada por las amarras con los chakras inferiores.
Tanto la tradición hindú como la ciencia moderna concuerdan que la Tierra tuvo su origen en una bola de fuego; lo que quedó una vez que se extinguieron las llamas es la Tierra. Y no se trata sólo de un planeta. Es un organismo viviente, el gran Principio Materno (la materea) que ha dado a luz a la energía viviente, que es su manto. Es la esencia de la tolerancia y la paciencia. Aunque Sus hijos arrasen Su cuerpo o quemen Su alma, Ella les devuelve, a cambio, diamantes, oro y platino.
Desinteresadamente sigue la Ley de Dharma y no separa lo alto de lo bajo; por lo tanto, está justamente colocada en el sexto chakra. Vemos Su cuerpo, el Plano físico, en el primer chakra. pero no podemos ver Su espíritu, Su inteligencia, Su benevolencia, Su significado.
Y esta compresión le llega al jugador en el sexto chakra; aquí ve Su juego la continua interacción del Sol, la Luna y las energías neutras que reflejan el proceso que continuamente tiene lugar en su propio microcósmico ser.
Al ver la realidad interior reflejada en la Gran Madre, el jugador obtiene un conocimiento de Lilah y se transforma en el Jugador. todavía debe pasar a través del plano de la Violencia para lograr el conocimiento necesario sobre la manera de ser un verdadero jugador. Una vez superadas las pruebas, puede alcanzar una conexión directa con la Conciencia Cósmica al ir dar a la Devoción Espiritual.
La Tierra ha alimentado a su hijo jugador hasta ahora, momento en el cual está capacitado para crear su propio Juego, para ascender o descender de acuerdo a sus Karmas.
A veces, en el curso del juego , algunos jugadores suben varios niveles al experimentar los atributos de la Misericordia, Gyana y del Conocimiento Acertado. Estas flechas lo alzan a los más altos planos. Pero sin pertenecer realmente al octavo plano, no aseguran el logro de la Conciencia Cósmica. No obstante, hay que hacer el viaje y el juego proporciona una serpiente, Tamoguna, para que los devuelva a la Tierra y puedan recomenzar el viaje.
Cada vez que el jugador asciende y no alcanza el plano de la Conciencia Cósmica, debe regresa a la Tierra, a su Madre, el terreno cósmico de juego. Y mientras más se sienta en la tierra, más se apreciará el delicado equilibrio que mantiene la vida sobre Su superficie. Para el hombre del primer chakra, Ella es un cofre por expoliar y saquear, sin que importen las consecuencias. El hombre del sexto chakra reconoce lo peligroso de esta actitud al ver el planeta que ama amenazado de un peligro inminente y tal vez, de consecuencias irreparable.